PEQUEÑOS HÁBITOS QUE HACEN QUE SUBAMOS DE PESO


Comer sano y hacer ejercicio regularmente puede ayudar a prevenir el aumento de peso. Sin embargo, a menudo son las pequeñas cosas las que hacen engordar. Afortunadamente, tú puedes tomar el control cambiando tus hábitos hoy.




10 PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE ENGORDEMOS



1. Comer Rápidamente:

A día de hoy, la gente está más ocupada que nunca y tiende a comer más rápido de lo normal. Desafortunadamente, comer rápido podría hacer que engordes. Los estudios demuestran que las personas que comen rápido tienen más probabilidades de tener sobrepeso.

Comer rápido hace que el cuerpo tarde más en avisar al cerebro de que está lleno. Por lo tanto, las personas que comen rápido pueden comer más de lo que su cuerpo necesita antes de sentirse satisfechas. Si eres de los que comen rápido, trata de reducir la velocidad y masticar bien antes de ingerir.


2. No beber suficiente agua:

Como muestran los estudios entre el 16% y 28% de los adultos están deshidratados, y las personas mayores tienen un mayor riesgo de deshidratación. Si no bebes suficiente agua, la sed puede ser confundida con un signo de hambre o de antojos de comida por parte del cuerpo.

En un estudio, los científicos comprobaron que las personas que bebían dos vasos de agua justo antes del desayuno comían un 22% menos de calorías en esa comida que las personas que no bebían agua. 

Si te aburre el agua, intenta añadir rodajas de pepino, limón o tu fruta favorita para darle un toque de sabor.


3. Ser demasiado social:

Tener una vida social es importante para mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Sin embargo, ser demasiado sociable puede hacer que engordes. Cuando salimos con amigos somos más propensos a ingerir alimentos poco saludables o alcohol, que pueden agregar fácilmente calorías no deseadas en nuestra dieta.

Además, las investigaciones muestran que las personas con las que sueles salir a comer influye en tu alimentación. Por ejemplo, si sales con amigas y piden alimentos poco saludables, es muy probable que tú también lo hagas.




4. Estar sentado por mucho tiempo:

Aunque parece inofensivo, los estudios muestran que las personas que se sientan por más tiempo tienen más probabilidades de tener sobrepeso. Además, tienen mayores riesgos de enfermedades crónicas y muerte prematura.

Por ejemplo, un análisis de seis estudios de casi 600,000 personas encontró que los adultos que se sentaban por más de 10 horas al día, como el oficinista promedio, tenían un 34% más de riesgo de muerte prematura.

Si tu trabajo implica estar sentado por largos intervalos, asegúrate de hacer ejercicio ya sea antes de ir a trabajar o después, hazlo una par de veces por semana. 


5. No dormir lo suficiente:

Desafortunadamente, la falta de sueño está fuertemente relacionada con el aumento de peso. Esto se debe a muchos factores, incluidos los cambios hormonales y la falta de motivación para hacer ejercicio.

En un estudio, los científicos analizaron los hábitos de sueño de más de 68,000 mujeres mayores de 16 años. Descubrieron que las mujeres que dormían menos de 5 horas por noche tenían un riesgo mucho mayor de aumentar de peso que las personas que dormían 7 horas o más.

Lo que es peor, las personas que no duermen lo suficiente son más propensas a acumular grasa en el vientre o grasa visceral. Llevar más grasa visceral está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades dañinas como la enfermedad cardíaca y la diabetes.


6. No tener tiempo para relajarse:

Muchas personas llevan una vida muy ocupada y nunca tienen tiempo para sí mismas. No tener tiempo para relajarse puede hacer que te sientas constantemente estresado y aumentes un poco de grasa.

Los estudios demuestran que el estrés constante está relacionado con la grasa del vientre. Parece que este estrés hace que la gente inconscientemente tenga la necesidad de comer alimentos poco saludables para aliviar el estrés y sentirse mejor.

La meditación es una gran alternativa para lidiar con el estrés. Una revisión de 47 estudios con más de 3.500 personas mostró que la meditación ayudaba a aliviar el estrés y la ansiedad.


                           


7. Comer en plato grande:

El tamaño de tus platos podrían tener un impacto significativo en el aumento de peso.

En un análisis de 72 estudios, los científicos encontraron que la gente comía más cuando se servían la comida en platos más grandes que en platos más pequeños sin darse cuenta. En concreto, las personas que comían en platos más grandes consumían un 16% más de calorías por comida.

Esto sucede porque los platos más grandes pueden hacer que una porción de comida parezca más pequeña de lo que es. Esto hace que tu cerebro piense que no has comido lo suficiente.


8. No digerir suficiente proteína:

La falta de proteínas en tu dieta puede estar haciendo que aumentes de peso. Este importante nutriente puede ayudar a mantenerte lleno por más tiempo. La proteína le dice al cuerpo que produzca menos hormonas del hambre como la ghrelina.

Los estudios también han demostrado que una dieta rica en proteínas puede ayudar a estimular el metabolismo y preservar la masa muscular, dos factores importantes para mantener un peso saludable. Para aumentar el consumo de proteínas, trata de comer más alimentos como; huevo, carne, pescado, tofu y lentejas.         


9.  Comer demasiadas grasas saludables:

Las grasas saludables como el aguacate, el aceite de coco y el aceite de oliva son una parte importante de una dieta saludable. Desafortunadamente, "tener demasiado de algo bueno" también se aplica a las grasas saludables. Esto se debe a que las grasas saludables también son altas en calorías.

Por ejemplo, una sola cucharada de aceite de oliva contiene 119 calorías. Si agregas varias cucharadas de aceite a tus comidas, las calorías pueden sumarse rápidamente.

Aunque las grasas saludables son altas en calorías, son nutritivas y no deben evitarse. En cambio, trata de obtener la mayor parte de la grasa en tu dieta de alimentos enteros como el salmón y el aguacate. Estos alimentos llenan más que el aceite.


10. Tomar café con leche:

Esta popular bebida no sólo es energizante, sino que también está cargada de antioxidantes y nutrientes beneficiosos.

Sin embargo, si le añadimos leche u otros aditivos al café, puede hacerlo poco saludable. Esto significa que tu hábito del café podría estar contribuyendo a la ganancia de grasa. Por ejemplo, un café con leche de Starbucks contiene 204 calorías. pasarte al café solo puede proporcionarte el mismo efecto de la cafeína pero sin calorías adicionales.