Comencemos por entender cómo la realidad es sólo energía...
Pensamos en el átomo como un grupo organizado de electrones y protones haciendo zoom alrededor de un neutrón, pero esta cifra es completamente errónea.
Las partículas que componen los átomos no tienen estructura ni tamaño, ni peso ni presencia física. No tienen altura, longitud, anchura o peso. Tienen dimensiones cero.
Los electrones tampoco tienen una presencia singular: son una partícula y una onda simultáneamente, dependiendo de cómo se observen.
Nunca están en un solo lugar, en un solo momento, sino que existen en varios momentos al mismo tiempo. Los científicos también descubrieron lo que se conoce como la "superposición", en la que se puede demostrar que existen varias partículas a parte de los electrones en múltiples lugares en un mismo momento.
¿Qué significa todo esto?
Significa que cuanto más descubrimos sobre el mundo subatómico, más descubrimos que no sabemos nada sobre la verdadera naturaleza.
La interpretación de Copenhague
Muchos científicos han llegado a la Interpretación de Copenhague como su conclusión para entender la realidad.
La Interpretación de Copenhague proviene de la escuela de la mecánica cuántica, y cree que la realidad no existe sin un observador que la observe.
Como la realidad no es más que energía ¿Qué nos da la forma física si las partes más pequeñas de nosotros no tienen características físicas?. La energía es consciente cuando la conciencia la observa.
Esto puede ser difícil de entender
Piénsalo de esta manera, puesto que las partículas existen en varias áreas al mismo tiempo, entonces debemos responder a una observación eligiendo existir en un lugar singular, permitiendo que el observador tenga una imagen para observar.
Un número creciente de investigadores en este campo creen que la realidad existe sólo porque la conciencia humana quiere que exista, interactuando con la energía que compone el universo.
Otro descubrimiento alucinante de la física cuántica es el enredo...
El enredo es cuando un par de partículas han interactuado y han afectado el giro de la otra partícula. Lo que es extraño es que una vez que estas dos partículas se han enredado entre sí, nunca podrán desenredarse. No importa cuán lejos se separen entre sí, el giro de una partícula siempre afectará el giro de la otra.
Los investigadores han observado esto en las células vivas, comunicándose a grandes distancias. En un famoso experimento, los investigadores cultivaron células de algas en una placa de Petri. Luego separaron estas células en dos mitades, llevando una mitad a otro laboratorio.
Lo que encontraron fue que no importaba a cuanta distancia se separen estas células, una corriente de bajo voltaje aplicada en una placa siempre afectaría a las células de la otra placa, de la misma manera y en el mismo momento.
¿Cómo es esto posible?
Comprender esto requiere cambiar la forma en la que pensamos del universo. Ya no podemos pensar en el universo como un reino físico en el que las cosas que observamos y sentimos son todo lo que existe.
En cambio, como teorizó el famoso físico Roger Penrose, debemos visualizar el universo como nada más que información.
Debemos creer que el universo físico es sólo un producto de un universo abstracto, en el cual todos estamos conectados de una manera inobservable.
La información está simplemente incrustada en las construcciones físicas del universo físico, pero se transmite a nuestros estados físicos desde el reino abstracto, teorizado primero por el filósofo griego Platón.
Como dijo Erwin Schrodinger, "Lo que observamos como cuerpos y fuerzas materiales no son más que formas y variaciones en la estructura del espacio. Las partículas son sólo apariencias".
Entonces si todo lo que vemos no existe, ¿Por qué tenemos un cuerpo físico? ¿De qué trata todo esto?
El cuerpo parece real. Si me pellizcas, me duele. Parece que tengo un cuerpo. Si corro contra una pared, me haré daño. Si me sumerjo en el agua, no podré quedarme mucho tiempo. ¿Qué quieres decir con que esto es una ilusión? Todos estos son puntos muy buenos. El ego hace un excelente trabajo al hacer buenas preguntas.
Lo que hay que hacer es encontrar la fuente. Cuando tienes un conflicto en el mundo, una persona que responde a la acción de otra, es como una reacción. Esto puede ir y venir sin parar. ¿Dónde está la fuente de toda esa contención? ¿Dónde comienza? Es una de esas preguntas sobre el huevo y la gallina. Cuando hablas de la reencarnación, puedes decir que estás viviendo una situación ahora debido a algo que hiciste en una vida anterior. ¿Por qué lo hiciste entonces? Bueno, tuviste una vida anterior a esta, y así vuelve atrás. ¿Dónde está la fuente? Si nos remontamos lo suficiente, llegarás al primer hombre y a la primera mujer. ¿Esa es la fuente? La Biblia te contará la historia de la creación. Estaban Adán y Eva en el paraíso y todo era perfecto. Entonces ella lo tentó. En realidad, fue tentada por primera vez por la serpiente. ¿Quién era esta serpiente? La serpiente la anima a comer de esta manzana. Dios dijo que no comiéramos de la manzana o habría consecuencias severas. Esa es la historia de la Biblia.
¿Cuál es la verdadera historia? La serpiente es el ego. El fruto era del árbol del conocimiento del bien y del mal. Al comer la manzana, apareció lo bueno y lo malo. Esa fue la ilusión original. No son reales, ya que el ego no es real. Todo eso es parte de la ilusión que comenzó entonces. Nosotros hemos creado esta ilusión de lo físico y un mundo que parece real, pero que está alimentado por las energías opuestas del bien y del mal.
Nosotros somos reales, pero nuestro cuerpo no lo es. Si algo no dura para siempre, no es real. Si tiene un nacimiento y una muerte, es una ilusión. Todo lo que es real es eterno.
Volvamos a la pregunta original. ¿Por qué tienes este cuerpo? La respuesta es que para poder realizar plenamente tu naturaleza divina, necesitas hacerlo en un cuerpo en el mundo físico. En cierto modo, cuando usas un cuerpo, finalmente eliges crear otro. De hecho, Ya has creado un sin número de ellos.
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