Nuestro cuerpo tiene un mecanismo de defensa y está preparado para protegernos de cualquier agente externo, evitando así daños inesperados o consecuencias desagradables.
Las principales labores de nuestro organismo están explicadas científicamente, sin embargo, muchas veces nuestro cuerpo reacciona automáticamente a las amenazas externas, pero no conocemos la causas.
Mecanismos de defensa de nuestro organismo
1.Reír hasta llorar:
Alguna vez has llorado hasta echar lágrimas? ¿Por qué nos sucede?. Esto sucede cuando estamos en momentos de alta excitación emocional. Cuando reímos de una manera exagera se ejerce una presión sobre los conductos lagrimales. Las lágrimas son una señal de que el cuerpo vuelve a la normalidad, los músculos se relajan y el corazón se desacelera.
Reír de manera descomunal nos beneficia en la salud, porque reduce el estrés y disminuye los efectos del cortisol y la adrenalina.
2. Llorar al cortar cebolla:
El llanto se produce porque la cebolla contiene un gas denominado sulfúrico propanethial (es una mecanismo de defensa que la cebolla tiene frente a algunos insectos y animales). Cuando el cerebro detecta que este extraño gas entra en contacto con nuestros ojos, se crea un ácido sulfúrico suave que provoca las lágrimas y, mediante estas lágrimas se logra lavar dicho contenido de los ojos.
3. Espasmos en el ojo:
Los espasmos oculares son un tipo de tic también denominado como la mioquimia del párpado. Los movimientos oculares son casi imperceptibles, pero para las personas que lo sufren son muy molestos.
La mayoría de estas contracciones que se dan en los párpados son transitorias y benignas, tal y cómo vienen se van.
Hay varios motivos por los que se pueden llegar a dar estos temblores oculares que pueden durar desde unos minutos, hasta incluso horas. Pueden ser causados por el mal funcionamiento de algún nervio, por cansancio o sequedad ocular, alergias, estrés o exceso de cafeína o alcohol.
4. Adormecimiento de las extremidades:
Los brazos y las piernas son partes del cuerpo que contienen un gran número de terminaciones nerviosas, lo que permite realizar movimientos más delicados, percibir objetos y alteraciones de temperatura. De esta manera, cualquier pequeña alteración puede afectar estos nervios provocando el hormigueo.
La causa más común del adormecimiento de las extremidades se debe a un mal posicionamiento. Muchas veces estamos en una posición incorrecta y la sangre queda atrapada en un nervio. Al cambiar a una posición más cómoda, el nervio volverá a tener contacto y la sensación se irá.
Otras de las causas más comunes son la presión en los nervios, dificultades en la circulación sanguínea, inflamación, migraña o enfermedades más serias como la diabetes.
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