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LA HISTORIA REAL DE CHUCKY: EL MUÑECO EMBRUJADO


La película de Chucky se inspiró en un muñeco de la vida real, propiedad de un niño llamado Gene hace más de 100 años.
La leyenda nos cuenta que Gene era un niño que vivía en Key West, Florida. Su familia era bastante acomodada, pero tristemente los padres de Gene eran personas estrictas, que exigían obediencia al personal del hogar y eran bastante duros con ellos.


Los empleados de la casa eran todos de Haití y no tenían las mismas costumbres que la familia de Gene, lo que a menudo los metía en problemas. Un día la madre de Gene vio a uno de los miembros del personal haciendo un ritual en el patio trasero e inmediatamente asumió que era magia negra. Estaba absolutamente furiosa y despidió a la mujer en el acto, gritándole y humillándola una y otra vez por hacer un extraño ritual.


   


La mujer se quedó allí de pie sin moverse ni decir una palabra mientras la madre de Gene le gritaba, pero a medida que avanzaba la diatriba sus ojos parpadeaban a la luz del atardecer. Todos sabían que la mujer no tenía otra opción que salir de la casa, pero lo que no sabían era que dejaría algo para mostrar su enfado.

Gene, el pequeño de la casa estaba extasiado cuando vio por primera vez al muñeco sentada en la esquina de su habitación. Le puso el nombre de Robert y siempre lo llevaba junto a él.

Al principio todos en la casa pensaron que era bonito cómo los dos parecían ser mejores amigos, pero luego empezaron a notar cosas perturbadoras. Como cuando los dos estaban solos, se podía escuchar conversaciones extrañas, Gene hablaba con su voz normal de niño y luego otra voz más aterradora respondía. Y por la noche la gente se despertaba con el sonido de pasos ligeros que resonaban por la vieja casa, como si alguien corriera de habitación en habitación.

Entonces Gene empezó a gritar en medio de la noche. Sus padres corrieron hacia la habitación y encontraron muebles derribados, los padres pensaron que fue el niño quien había organizado todo ese desastre y se enfadaron con él. Pero el niño se escondía bajo las mantas y decía una y otra vez: "Robert lo hizo! Puede que eso convenciera a sus padres, pero el personal de limpieza se asustó, porque sabían que algo raro sucedía con ese muñeco. Los empleados fueron abandonando sus puestos de trabajo y los nuevos empleados que iban viniendo no duraron más de unos pocos meses en la casa.

Durante el día, los vecinos reportaron haber visto a un niño extraño en la casa mientras la familia estaba fuera, y que el niño se movía de ventana en ventana, mirándolos. El chico se parecía a Robert.
A pesar de todos los terribles incidentes, Gene nunca estuvo dispuesto a deshacerse de Robert.


Para entonces ya se había corrido la voz en Cayo Hueso acerca de "Robert el Muñeco Embrujado", pero a Gene no parecía importarle, y cuando sus padres murieron, heredó la casa y le dio a Robert una habitación propia. Al igual que los padres de Gene, algunas personas creían que era Gene el que estaba detrás de todos los eventos espeluznantes que rodeaban a Robert, el Muñeco Embrujado, aunque nadie podía asegurarlo.

Pero después de la muerte de Gene, algunas personas nuevas se mudaron a la casa, y la niña que vivía allí encontró a Robert en el ático y lo adoptó como suyo. Ella lo llevaba a todas partes y las cosas parecían ir muy bien... hasta que la niña dio un grito en medio de la noche. Les contó a sus padres lo que había pasado: el muñeco había corrido por la habitación y había intentado matarla.
Hoy en día, Robert el Muñeco Embrujado se guarda en una caja de vidrio en un museo, pero eso no le ha impedido aterrorizar a la gente.

La leyenda dice que no se puede tomar una foto de Robert a menos que se lo pidas cortésmente y obtengas permiso. Si gira la cabeza después de que se lo pidas, entonces está bien que le saques una foto.

Pero si decides tomar una foto sin su permiso, una maldición caerá sobre ti. Puede que no suceda de inmediato, pero cuando regreses a casa y te hayas instalado, habiendo olvidado por completo a Robert el Muñeco Embrujado, es posible que veas algo correr por la ventana . Ese es Robert, y no es feliz.