Controlar los sueños es una de las experiencias más cautivadoras que un ser humano puede tener. ¿Alguna vez has querido volver a soñar con algo que te gustó y te quedaste a medias, o simplemente quieres ser el rey o la reina de tu subconsciente dormido? Aprende a controlar tus sueños!
GRABACIÓN DE LOS SUEÑOS
Comienza a utilizar un cuaderno pequeño. Este será tu diario de sueños. En tu diario de sueños, escribirás lo que esperas soñar y lo que recuerdas haber soñado.
Ponte el diario y un bolígrafo cerca de la cama para que cuando te despiertes puedas escribir rápidamente lo que sucedió en tus sueños. Si lo dejas por más tiempo, el sueño ira desapareciendo de tu mente.
Podrías escribir tu diario en un ordenador, pero se recomienda escribirlo a mano. Por que se hace una conexión más grande en tu cerebro entre el sueño y la grabación del mismo.
Escribe en tu diario lo que quieres soñar. Llama a esto tu sueño objetivo. Imagínate el ambiente que quieres experimentar antes de irte a dormir.
El truco es decirte a ti mismo lo que vas a experimentar cuando sueñes, para que puedas tomar conciencia de tu estado de sueño mientras duermes.
Estás entrenando tu mente para recordar tus sueños. Cuanto más consistentemente entrenes tu mente para recordar tus sueños, más agudos y elevados serán.
Escribe cualquier paralelismo que recuerdes entre tu sueño objetivo (el sueño que querrías tener) y el sueño que realmente tuviste. Intenta ser lo más específico posible. Piensa en las similitudes y diferencias. Al interpretar el sueño, ten en cuenta que los sueños no ofrecen imágenes exactas o respuestas a tus preguntas de la misma manera que tu cerebro lo hace en estado de vigilia. En cambio, el cerebro se comunica por medio de metáforas.
Practicando el Despertar
Lee el sueño de tu objetivo. Todas las noches, justo antes de acostarse, repásalo tantas veces como sea posible para fijarlo en tu cabeza.
Después de leer algo una o dos veces, tu cerebro piensa que sabe lo que significan las palabras y se vuelve perezoso: sólo procesa el contorno de las palabras y no su sentido. Asegúrate de captar completamente el sentido de tu sueño objetivo.
Acuéstate, cierre los ojos y piensa en tu sueño. Relájate. Piensa en detalles específicos.
Sueña despierto con las imágenes de tu sueño objetivo tal como aparecen en tu subconsciente. Tu subconsciente generará muchas imágenes que no tienen nada que ver con tu sueño objetivo, así que no les prestes atención a las imágenes que son irrelevantes y trata de concentrarte en las imágenes importantes.
Imagina los sonidos y el diálogo en el fondo de tu sueño objetivo; trata de escucharlos en tu mente. Trata de sentir las sensaciones asociadas con tus sentimientos, estado de ánimo, etc.
Si no aparecen claramente los sonidos o las imágenes, intenta leer de nuevo tu sueño objetivo.
Camina a través de tu sueño objetivo. Haz esto desde el punto de vista de la primera persona, de principio a fin. Imagínate lo que parecería a través de tus ojos.
Duérmete con estas imágenes y sonidos en tu cabeza. Recuerda grabar tus sueños, sean los que sean, cuando te despiertes.
Consiguiendo el control en tus sueños
Intenta "verificar la realidad" a lo largo del día. Una comprobación de la realidad es cuando te preguntas a ti mismo: "¿Estoy despierto o estoy soñando?" Esto te ayudará en última instancia a distinguir entre el mundo de los sueños y la realidad cuando estás dormido.
Los controles de la realidad llaman la atención sobre una diferencia fundamental entre los sueños y la realidad: en los sueños, los estados son fluidos. En la realidad, los estados siguen siendo los mismos. En los sueños, el texto se transforma en palabras diferentes; los árboles cambian de color y forma; los relojes dicen la hora hacia atrás en lugar de hacia delante. En la realidad, el texto sigue siendo el mismo, los árboles permanecen enraizados en el suelo y los relojes se mueven en el sentido de las agujas del reloj.
Cuando estás teniendo un sueño y te das cuenta de que estás soñando, entonces empiezas a ser capaz de controlar la mayor parte de lo que sucede en tu sueño.
Cuando te des cuenta de que estás soñando, trata de calmarte. Si te entusiasmas demasiado por poder controlar finalmente tus sueños, es posible que accidentalmente despiertes de la excitación.
Al principio, intenta realizar actividades pequeñas. Una vez más, se trata de mantener el control de la excitación y no despertarse accidentalmente. Incluso las cosas mundanas como cocinar, subir una escalera o patinar pueden ser divertidas cuando te das cuenta de que tienes el control total.
Aumenta gradualmente tus actividades para que sean más grandes. A mucha gente le gusta volar, nadar en las profundidades del océano y viajar en el tiempo. Trata de mover objetos enormes, atravesar paredes. Los sueños que puedes tener están limitados sólo
por tu imaginación!