Imagínate que vas a un experimento psicológico con la esperanza de rellenar un cuestionario. Pero en su lugar te dijeron que tienes unos minutos para preparar un discurso sobre un objeto de arte de aspecto extraño, y que tendrás que pronunciar este discurso ante un comité de expertos. Tu corazón comienza a latir un poco más rápido y tus palmas comienzan a sudar mientras estás tratando de recordar pedacitos y piezas de tu educación secundaria acerca de diferentes artistas y sus estilos. Cuanto más intentas pensar, más vacía parece estar tu mente. Y cuando llega el momento, te sientes abrumado por la ansiedad.
Te suena familiar? Todos hemos experimentado situaciones similares, ya sea que se trate de hablar en público o una entrevista.
Si te sientes impotente cuando estás ansioso, puedes intentar lo siguiente:
- Piensa en algunos hábitos que ya hayas practicado y que sientas que te han ayudado. Si te ayudaron a aprobar un examen, tal vez puedan ayudarte a tener éxito en una entrevista de trabajo también.
- Orar también puede ser muy útil. No sólo recites rutinariamente las palabras, sino que concéntrate en su significado y trata de dejar que la preocupación se vaya por un momento.
- Aunque no seas religioso, trata de recitar tu poema favorito, podría tener el mismo efecto calmante que la oración. Sólo concéntrate en decir las palabras en el orden correcto y siente el ritmo.
- Cuando la ansiedad se siente abrumadora, respirar profundamente y concentrarse en la respiración puede ayudar a calmar una mente preocupada.
- Si necesitas aumentar tu confianza antes de un evento importante, usa la ropa que llevabas puesta cuando algo grande te sucedió. O toma tu talismán.
- Trata de ordenar tu habitación y limpiar cuando te sientas inseguro. Vivir en un ambiente ordenado y predecible puede calmar los sentimientos de amenaza y peligro.