VENCER EL MIEDO


VENCER EL MIEDO

El miedo es una ilusión creada por la mente. Es un círculo vicioso de anticipación desagradable, busca constantemente algo que temer y nos impide realizar ciertas cosas en algunas situaciones. Su propósito es evitar que nuestro cuerpo y mente salgan heridos. Es un mecanismo de protección que tenemos los humanos.

El inconsciente detecta el miedo y el consciente lo regula y lo vence. Para ello tenemos que tener un consciente fuerte y bien comunicado con el inconsciente para dominarlo.


PARA VENCER EL MIEDO TENEMOS QUE DETECTARLO

El primer paso para vencer nuestro miedo es detectarlo ¿Por qué sentimos miedo? ¿Qué sensaciones nos está provocando el miedo? Nos puede subir el ritmo cardíaco, hacernos sudar, temblar...?. El miedo puede hacer cualquier cosa con tal de protegernos y hacer que abandonemos aquello que desconocemos.


¿A QUÉ TENEMOS MIEDO? 

Estos son algunos de nuestros miedos:
  • Al futuro: pensar constantemente en el futuro crea estrés.
  • A lo desconocido: situaciones nuevas.
  • A los demás: el miedo al rechazo o a ser juzgado.
  • A la soledad: miedo a estar solos y perderse en relaciones superficiales.
  • A la enfermedad:  vivir atemorizados de contraer algo terrible.
  • Al fracaso: el miedo a fracasar paraliza la iniciativa y la confianza en sí mismo.


Hay muchas razones para sentir miedo, pero algunas de ellas son: 

• Experiencias pasadas negativas que conlleva inseguridad.

• Falta de confianza en uno mismo y en los demás. 

• La necesidad de aprobación, de pertenecer o de ser aceptado. 

• Ser pesimista


   


CONSTRUYE MÁS PUENTE Y MENOS MUROS:

  • Controla tu mente
  • Confía en ti: Si confías en los demás ¿Por qué te cuesta tanto confiar en ti mismo?
  • Acepta retos y oportunidades con tu mejor esfuerzo.
  • Olvida tus limites.
  • Acéptate con tu errores o decepciones porque forman parte del proceso de crecimiento y del conocimiento.
  • Siente tu fortaleza.
  • Aprende a decir me quiero antes de decir te quiero.
  • Reflexiona para obtener mejores beneficios.

¨La vida es un juego... Conoce las reglas y juégalo bien. Un buen jugador entiende, por eso es tranquilo, tolerante y flexible, no se queda atascado en una jugada. Un buen jugador desempeña el rol que le corresponde y no intenta desempeñar el de los demás¨