La felicidad es uno de los temas más difíciles para el ser humano, ya que cada uno de nosotros la buscamos de manera personal e individual. Hay quienes buscan conseguir un buen trabajo, la casa deseada, construir una bonita familia pero es importante salir de conceptos imaginarios o típicos e ir más allá de lo superficial.
La felicidad se vive día a día y solo podemos encontrarla en nuestro interior. Es habitual encontrarse con obstáculos que se interpone en nuestro camino para ser felices; nosotros mismos, debido a las limitaciones que nos ponemos, con o sin intención.
1. No busques la aprobación de los demás:
Hay muchos que viven sus vidas de acuerdo a lo que piensan sus padres, amigos, maestros, jefes, parejas, gobiernos e incluso según lo que los medios de comunicación creen que es mejor para ellos.
Empieza a pensar en lo que tú esperas y no dependas de lo que los demás opinen. No permitas que nadie tome decisiones por ti ni organicen tu vida. Si dependes de la opinión de los demás, vivirás según sus intereses.
Tú tienes tu vida y debes vivirla como quieras, no permitas que las opiniones de los demás obstaculicen tu camino.
2. Suelta la ira y el resentimiento:
Aprende a perdonar al que te ha causado algún daño, aprende a vivir en paz contigo mismo, porque la ira y el resentimiento te afecta en tu interior.
La única persona que te puede hacer daño eres tú mismo, así que no te castigues y recupera el control soltando el resentimiento y perdonando.
3. Olvídate de las etiquetas y deja la crítica:
Juzgar parece ser deporte nacional, no critiques a las personas por ser diferentes, por hacer cosas fuera de lo habitual, por no actuar o pensar como lo harías tú.
No etiquetes ni critiques, cosas y situaciones que no entiendes cómo si fueran extrañas o diferentes y trata de abrir tu mente, poco a poco. Las mentes sólo funcionan cuando están abiertas. ¡Basta de crítica y acepta!
4. Dedica tu tiempo en actividades de ocio:
Las personas que invierten más en experiencias, como ir al cine, teatro o viajar son más felices que aquellas que se enfocan únicamente en lo material.
Dedicar tiempo en actividades de ocio aumenta la sensación de bienestar, vitalidad y conexión social y aportan placer individual.
5. Suelta la idea de la perfección:
No pienses en el trabajo perfecto, en el cuerpo ideal, en la pareja perfecta, en general en la vida perfecta.
La búsqueda constante por la perfección puede llegar a obsesionarte e incluso frenarte, impediéndote avanzar.
Piensa que la perfección no existe y que nadie en este mundo puede lograr ser perfecto, porque todos tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos.
6. Deja de poner excusas:
No pongas excusas. Si algo no te gusta, cámbialo, si piensas que no está a tu alcance, busca otra alternativa y si no puedes cambiarlo, cambia tú.
No te quedes con las ganas de hacer o aprender algo, no pienses que es demasiado tarde porque eso solo será la excusa para rendirte. Nadie puede impedir tu éxito salvo tú mismo.
7. Sonríe a diario:
Cuando todo parece ir en picado, sonreír puede ser algo beneficioso. Sonreír a pesar de que estemos atravesando períodos de estrés puede ayudar a reducir la intensidad de ese estado, independientemente de que te sientas o no feliz.
8. Suelta la terquedad:
Admite de una vez tus errores, tus pensamientos equivocados y tus malas actitudes. Insistir no te dará la razón. Corregir y admitir tus fallos no te mostrará más frágil.
Cuando menos testarudo y obstinado seas más abierto estarás a cambios positivos y más flexible serás para asimilar los problemas.
9. Practica deporte:
El ser deportista es un estilo de vida cada vez más necesario, pues el estrés ha formado parte de nuestras vidas, siempre está presente, y de alguna manera; hacer ejercicio ha servido para poder liberarse, sentirse mucho más cómodo y ser feliz.
Según los estudios, cuando se hace ejercicio, el cerebro libera unas sustancias químicas llamadas endorfinas que te hacen sentirte más feliz, mostrando un cambio de humor en la personalidad con grados índices de energía.