¿Qué es el Karma?
El Karma es la acumulación de cada uno de nuestros pensamientos, intenciones y acciones. Es como una pieza de equipaje que llevamos con nosotros en nuestro viaje solo que a diferencia del equipaje en el aeropuerto, no lo podemos dejar a un lado. Y el mal karma no nos castiga; nos hace castigarnos a nosotros mismos.
El karma negativo nos prepara para ciclos negativos que parecen no tener fin. Pero así como existe el mal karma, también existe el buen karma que nos protege del daño y nos permite evolucionar hacia la alegría personal.
Cómo funciona realmente el karma:
Nuestra meta final es establecer el karma antiguo y generar tanto karma positivo como sea posible. Entonces, ¿cómo se desarrolla esta energía en nuestros romances?
El Karma causará estragos en nuestra vida amorosa si no se resuelve. Ser ciegos a nuestro karma individual nos hará culpar a otras personas de nuestros propios errores.
Podríamos estar conformándonos con el mismo tipo de pareja o cometiendo los mismos errores relación tras relación, pero nuestro karma no nos permitirá ver eso. Sólo pensamos que tenemos mala suerte con todas las relaciones.
Si no hemos levantado las cargas de nuestro pasado, bloquearán nuestro futuro. La vida es un círculo. Viajamos encontrándonos con las mismas situaciones, circunstancias y personas porque son parte de nuestro karma único. Pero si dejamos un trozo de equipaje en el camino, lo encontraremos de nuevo cuando demos la vuelta al círculo.
Por eso es esencial que despejemos nuestros obstáculos para que el viaje sea tranquilo.
Karma en acción:
Romper los patrones kármicos puede ser difícil porque puede que no hayamos identificado el karma negativo que nos está causando soportar los mismos obstáculos. La única manera de romper las barreras es tomar medidas diferentes.
la guía de relaciones de la reina del karma:
Todo lo que hacemos vuelve a nosotros e incluso la elección más trivial que hacemos ahora puede tener un impacto masivo más tarde. Muchas veces, ignoramos nuestro karma y actuamos de mala fe o por ego y egoísmo.
Creando Karma Positivo:
Usa estos tres principios para crear karma positivo si sientes que algo anda mal en tu relación. Mantén sagrado tu karma!
La regla de oro para limpiar el karma es actuar con integridad no por otras personas, sino por tu propio bien. Mantén sagrado tu karma permaneciendo consciente de tus pensamientos, intenciones y acciones.
Continúa siendo compasivo pero indiferente. Esto no significa que debas seguir sacrificándote por una persona que no te trata como te mereces o que tienes que ceder a todos sus caprichos. Pero aun así debes mostrar comprensión bajo cualquier circunstancia.
El karma en las relaciones:
Nuestra primera reacción cuando hemos sido dañados en una relación es buscar venganza. Pero a la larga, esto nos causa mucho más daño que el bien temporal que trae consigo. Ya sea que hayas sido traicionado o no, no recurras a traicionar a otra persona.
Recuerda la frase, haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti. Nunca lo olvides!
Si eres infeliz en tu relación, simplemente tu camino pero nunca engañes a tu pareja ni a otros sólo para satisfacer tu ego. La venganza te atrapa y perpetua el mal karma.
La razón más grande:
Cuando cometemos un error, tendemos a culparnos y a criticarnos sin cesar. Los errores nos ayudan a resolver el karma si tomamos las decisiones correctas. Todos tenemos una especie de karma extraordinario. Ciertamente se acumula con el tiempo y es casi imposible mantener un registro completamente limpio.
Los errores en la vida son a veces necesarios porque pueden ayudar a terminar con nuestro karma, con nuestros lazos afectivos con personas, lugares o cosas. Por ejemplo, muchas personas han cometido errores que han puesto fin a sus relaciones de pareja . Al principio, no podían perdonarse a sí mismos, pero con el tiempo están realmente agradecidos de que la relación llegó a su fin porque no estaban completamente felices.
No hay forma de escapar de nuestro karma, y ¿por qué deberíamos querer hacerlo? Si mantenemos nuestro karma limpio y honramos nuestros deberes kármicos, obtendremos exactamente lo que merecemos: paz interior, alegría sin fin y una relación verdaderamente satisfactoria.