Mantener la calma en una discusión es algo complicado de lograr, pero sí es posible.
Sabemos que hay momentos en nuestra vida personal y profesional donde se van a presentar situaciones de conflicto y no hay otra salida que comenzar esa complicada conversación donde abundan las críticas, las versiones confrontadas y la tensión, y es que es algo ineludible, ya que no podemos manejar todo lo que ocurre a nuestro alrededor y no depende todo de nuestra personalidad.
Para ello es necesario saber discutir con razonamiento y prudencia, y sin perder los papeles para poder disponer de un cerebro despejado con el cual hacer uso de buenos argumentos y adecuadas estrategias con las que ganar la disputa.
TIPS PARA MANTENER LA CALMA EN UNA DISCUSIÓN:
- Respira hondo:
Cuando estamos en tensión nuestro cuerpo responde con palpitaciones, temblores, respiración entrecortada, boca seca, dolor de estómago, etc... Es de suma importancia evitar estas reacciones para conservar la calma en medio de un enfrentamiento, nada mejor que mantener una respiración pausada y profunda para evitar entrar en ese estado de nerviosismo, inhala por la nariz y exhala por la boca calmadamente. Un cuerpo tranquilo razona mejor.
- Apaga tus emociones negativas:
En medio de la discusión no vemos las cosas con claridad y hay veces que optamos por decir lo primero que se nos viene a la cabeza. No seas presa de los nervios, controla tus emociones negativas y entra a discutir con la cabeza fría.
Para no perder el control visualízate a ti mismo fuera del conflicto. Estás mirando esa discusión desde fuera, en sosiego, nada ni nadie puede hacerte daño ahí, estás bien contigo mismo, abrazado a tu autoestima. Ahora piensa qué podrías argumentar en esa situación para salir aireoso de la disputa.
- Pisotea el orgullo:
No utilices frases desagradables, indirectas dañinas, chispazos de sarcasmo, habla de corazón pero siempre reafirmando tu postura. Ser flexible no te convierte en una persona frágil, al contrario, te convierte en una persona más sabia, y la sabiduría derrota cualquier necesidad.
Entre más piensas cómo lastimar a esa persona en pleno debate, menos atención prestas a lo que realmente importa.
- Escucha para entender:
Aunque tengas la razón en la disputa guarda silencio para entender lo que quiere expresar la otra persona, cuando termine de argumentar los motivos de su enfado pídele que te deje hablar y que sea ella la que te escuche y entienda también tus razones, posiblemente logréis llegar a un acuerdo sin agrandar el problema.
- No seas una persona grosera:
No cometas el fallo de caer en la grosería o la agresión física, esto no va hacer que te presten mayor atención sino que piensen que eres un chiflado, y nadie quiere tratar con una persona así.
Realmente la única persona que puede quedar mal ante un acto así eres tú, un ser al que hay que controlar y ponerle bozal para que no se altere. Con una respuesta así no infundes temor, solo falta de respeto y de madurez.
- Nunca levantes la voz:
Para mantener una conversación sin que se transforme en una pelea más dura debes tratar en lo más posible de no elevar el tono, si la otra persona levanta la voz, tu espera que se calle y sigue hablando de manera pausada y en voz normal.
- No seas impulsiva/o:
Tener el control de la situación es la manera más eficaz de salir triunfante, y eso solo lo consigues cuando eres reflexivo en medio de la disputa. Una sola palabra puede condenarte a la hoguera, así que detente antes de hablar, a menos que sea algo realmente inteligente.
- Entrena tu calma interior:
Prepárate para los retos cotidianos de la vida, nuestro día a día demanda mucho de nosotros: que discutamos con efectividad, que nos enfrentemos a la frustración, los juicios y, en esencia, a esas pequeñas adversidades de la vida.
Para afrontar mejor los retos que acontecen a tu alrededor práctica ejercicios como el mindfulness o cualquier deporte o disciplina que te guste, también puedes canalizar tus emociones mediante la escritura, lectura, pintura etc...
Cultiva tu interior para mejorar tu seguridad, autoestima y trabaja en tus valores.
- Si no se puede llegar a un acuerdo, apártate:
Si has probado con todas las técnicas anteriores y la otra persona se sigue mostrando con una actitud violenta, coméntale que en esas condiciones no vas a continuar con el debate ya que no podréis llegar a un acuerdo, dile que luego cuando se calme ya volveréis hablar del tema y abandona la conversación.
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