Somos responsables de nuestros actos, si queremos algo debemos salir a buscarlo. El destino y la suerte nos pueden acompañar muy de vez en cuando, pero somos nosotros mismos con nuestra actitud, voluntad y esfuerzo cotidiano los que conseguimos que algo suceda.
⇝Descubre porque hay cosas que suceden y otras no y que factores influyen en nuestras decisiones...⇝
Porque no todas las cosas pasan sin que sepamos el motivo, la mayoría de las veces somos nosotros mismos quienes las propiciamos con nuestra dedicación, con nuestros actos, con nuestros pasos y con nuestra capacidad de catalizar y atraer todas esas energías misteriosas y enigmáticas.
Creo en que hay que estar ahí en el momento adecuado, Para que ocurran esas cosas inexplicables, para que se den esas señales que unos llaman casualidad y otros lo llaman destino…
Muchas veces nos preguntamos...
- ¿Qué habría pasado si, como estaba previsto, nos hubiéramos ido dos días antes en lugar de dos después?
- ¿Habríamos vivido las mismas experiencias?
- ¿Habríamos conocido a las mismas personas?
- ¿Habría pasado todo lo que ha pasado?
La respuesta es dudosa pero casi con toda seguridad nada habría sido igual…
Por eso creo que todo pasa por algo… Y que la clave de todo lo que va ocurriendo está en nuestros pasos y en los caminos que nos vamos abriendo.
Así que camina, porque nunca se sabe dónde nos llevan nuestros pasos…Pero siempre hay un lugar al que llegar… Y después todo ocurre…Unos lo llamarán serendipia…Otros lo llamarán destino, incluso sin saber muy bien lo que es…
Las cosas que No pasan “por algo”
Ahora bien, en el otro lado de la moneda también están esas otras cosas que no suceden porque no era el momento, porque la situación no era la propicia o porque la suerte -o la mala suerte- así lo ha querido.
Queremos ser felices y no lo conseguimos, entonces nos preguntamos... ¿Existe quizá una fuerza negativa e invisible que me lo impide? En absoluto, la infelicidad tiene siempre orígenes muy concretos que hay que saber identificar.
Los factores son...
- El miedo: el miedo es la principal raíz de la infelicidad y el que apaga cualquier oportunidad de que “pase algo” nuevo, algo bueno y enriquecedor.
- La indecisión: todos nosotros hemos experimentado en algún momento la indecisión. Esa esa actitud apagada y temerosa en la que dejamos de actuar y de “promover” cambios a nuestro alrededor.
- El peligro de esperar demasiado: cuando esperamos demasiado se pierden las esperanzas y las ilusiones. Los trenes pasan y los perdemos todos.
Si hay cosas que no pasan quizás es por la existencia de alguno de estos factores, debemos saber afrontarlos y gestionarlos a nuestro favor.